El safari es uno de los aspectos indispensables en todo viaje a Sudáfrica.
Pero, ¿Dónde realizarlo?
Si bien el Parque Nacional Kruger es un referente en todo el continente africano, el alto número de visitantes puede producirnos una sensación de masificación, alejada de nuestra idea de safari idílico. También es cierto que en sus inmediaciones (e incluso dentro del mismo parque) encontramos alojamientos económicos, factor que redunda nuevamente en la concentración de visitantes.
¿Cuál es la mejor opción?
RESERVAS PRIVADAS
En nuestros itinerarios en Sudáfrica siempre recomendamos las reservas privadas adyacentes al Parque Nacional. Sin verjas que limiten el paso de los animales, éstos circulan libremente atraídos por la abundancia de ríos en los que abrevar. El resultado son safaris de altísimo nivel en entornos tranquilos y sin masificación.
Sabi Sand, Timbavati, Thornybush, Klaserie…
Son algunas de las más conocidas. Hábitat de los Big Five, especialmente de los esquivos felinos. En ellas no abundan los alojamientos como en los alrededores de Kruger. Solo unos pocos lodges o tented camps; todos de alta calidad, con tarifas asequibles en algunos casos, de gran lujo en otros.
El gran santuario de Sudáfrica. Escenario elegido por National Geographic para la realización de documentales de vida salvaje. MalaMala es la quinta reserva en extensión de Sudáfrica y la primera en cambiar el modelo de caza a safari de observación, desde principios de los años sesenta. La reserva dispone únicamente de tres camps, con una alta ocupación durante todo el año, siendo muy recomendable reservar con la máxima antelación.