Entre el Cáucaso y el Mar Negro, la Edad Media se da mano con el siglo XXI a través de valles, escarpados cañones y altísimos picos nevados. Castillos, monasterios y fortificaciones suspendidos sobre asombrosos paisajes nos trasladan a una época pasada en uno de los países menos conocidos de Europa. Itinerarios a medida, adaptados según la estación del año.

Montañas, monasterios, fortalezas y reminiscencias soviéticas donde siglos atrás transitó la Ruta de la Seda. Uno de los mayores cruces de culturas de la humanidad, un cóctel inigualable en un territorio  que presume de una naturaleza providencial y patrimonio histórico y cultural, prácticamente desconocido.