La primera imagen de Panamá es la opulencia del distrito financiero. Pero como si de dos mundos distintos se tratara, la realidad cambia radicalmente al dejarlo atrás. Es entonces cuando nos adentramos en la exuberancia propia del paisaje centroamericano. De selvas, lagos y volcanes. Y también de espléndidos archipiélagos, tanto en el Caribe como en el Pacífico.

Frente a la costa de Panamá se encuentra uno de los secretos mejor guardados del Caribe: el archipiélago de San Blas. 365 pequeñas islas coralinas de arena blanca adornadas con palmeras que se extienden hasta Colombia. Un auténtico paraíso en el cual accedemos a los espectaculares Cayos Holandeses, la zona más alejada del archipiélago. Itinerarios a medida en embarcaciones privadas.